El éxito

Lo único que he querido siempre es éxito. Siempre lo he tenido todo organizado y decidido al milímetro, para que no se me escapase nada.
Tengo 20 años, y todo el mundo a mi alrededor está empezando a coleccionar éxitos, hacer currículum, terminar sus carreras, empezar a trabajar. Mientras tanto, yo estoy hecha una bola llorando en mi cama, sintiéndome un fracaso. Porque de la noche a la mañana, todos mis planes se han ido a la mierda y me doy cuenta de que soy un desperdicio de talento, tiempo y dinero. Un fracaso que no sabe más que llenar el vacío que ella misma se ha creado comiendo sin parar, haciéndose bola en la cama, llorando.
Creo que voy hacia arriba y de inmediato me vuelvo a hundir. Me dicen que no me rinda, que siga adelante, pero cada vez me pesan más los pies. Y me siento estúpida, porque ¿Cuánto peso puede haber sobre una chica de 20 años con unas expectativas demasiado altas? Sólo soy una cría estúpida y mimada con unos aires de grandeza que se le han caído directamente a la cara.
Yo me veía siendo una persona reconocida, alabada, envidiada por cualquiera. Siendo la putísima ama, que nadie se atreviese a decirme ni media. Eso era lo que quería, sí.
Hoy día mis sueños han caído tan bajo que lo único que veo brillar en mi futuro es mi mediocridad.
Y eso mismo me hace recaer otra vez en que eso es siempre culpa mía, por abandonar, porque lo es. Pero yo no quiero abandonar, de verdad que no. Simplemente me siento completamente perdida, no sé por dónde retomarlo. No sé quién quiero ser, qué quiero hacer, no tengo plan alguno. El único futuro que veo ahora mismo es en ese en el que estoy acurrucada en mi cama comida por la ansiedad.

Comentarios

Entradas populares de este blog

Fracaso

Para J - Parte 2

Para J - Parte 1